Nos aferramos a la vida,
a lo temporal, a lo imposible,
a lo legal y a lo prohibido...
sabiendo que todo se acaba
porque nada es para siempre.
No digo que sea fácil
desprenderse de aquello que se ama,
porque los sentimientos
echan profundas raíces en el alma.
Arrancar las raíces
es dejar un hueco que duele,
pero no hay hueco
que la esperanza no llene.
No es fácil decir adiós,
pero cuando la hora llega
debemos irnos...
¿Cuándo aprenderemos a soltar?
A entender que ni la propia vida
nos pertenece...
a lo temporal, a lo imposible,
a lo legal y a lo prohibido...
sabiendo que todo se acaba
porque nada es para siempre.
No digo que sea fácil
desprenderse de aquello que se ama,
porque los sentimientos
echan profundas raíces en el alma.
Arrancar las raíces
es dejar un hueco que duele,
pero no hay hueco
que la esperanza no llene.
No es fácil decir adiós,
pero cuando la hora llega
debemos irnos...
¿Cuándo aprenderemos a soltar?
A entender que ni la propia vida
nos pertenece...