lunes, 17 de octubre de 2011

Disculpas a todos

 Una calle de la ciudad

Mi país ha sido seriamente afectado por las lluvias y tenemos un estado de emergencia nacional, por lo que estaré ausente unos días. Cuando regrese, Dios primero, me pondré al día. Que Dios les bendiga, les quiero mucho.

jueves, 13 de octubre de 2011

Buena Nueva


La buena nueva  nació en un pesebre,
en un rincón lúgubre y maloliente,
real emblema del mundo decadente.

No emitió su voz desde los cielos
ni se quedó revoloteando en las nubes,
su voz resonó entre los pueblos.

Sus pies marcaron huellas indelebles
en la arena y en las aguas,
y en los más humildes de la tierra.

Con su luz,  echó fuera la oscuridad,
a la humanidad trajo la esperanza
de cambiar muerte por vida.

Reveló el poder del Dios invisible,
en la necesidad se hizo visible
y prodigios consumó con su diestra.

La buena nueva, levantada fue
en la cruz del calvario,
y ahí venció a la muerte,
desde el siglo hasta el siglo, es gloria nuestra.

martes, 11 de octubre de 2011

Sueños y proyectos


Colgando de una vieja armella
quedaron mis sueños y proyectos.
En la pared cascada,
una fotografía en blanco y negro
con profunda mirada
escudriña mi alma,
quizás con lástima,
tal vez con rabia de verme vacía,
dejando que se escape la vida,
sin querer asirla...
La mirada otra vez
a la vieja armella vuelvo...
sueños... proyectos... tiempo perdido...
lágrimas están cayendo
sobre el centro de mi pecho.

sábado, 8 de octubre de 2011

La Fe (8 de octubre, día de la Fe)


Se podrían escribir muchas páginas acerca de la Fe y su significado, así como citar muchos textos bíblicos que hablan de ella. Pero en aras de la brevedad sólo diré que la fe es un asunto que no puede discernirse intelectualmente, porque es un don de Dios que sólo aplica al área espiritual, que nada tiene que ver ni con los sentimientos ni con las emociones.

La Biblia, en la carta a los Hebreos dice que “la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.”
Las preguntas serían: ¿Qué es lo que se espera?  ¿Qué es lo que no se ve?
Lo que ningún ser humano ha visto jamás es a Dios y lo que se espera es que Él cumpla todas sus promesas.

La promesa trascendental de Dios para el hombre, es la vida eterna. Y para el aquí y el ahora, nos ha prometido no dejarnos ni desampararnos jamás mientras caminemos con Él.
Para el creyente, la fe es creer en ese Dios Invisible y confiar en la fidelidad de sus promesas. Esta es una esperanza viva, una esperanza que no puede morir porque Dios es eterno y porque Él no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.

Por la fe confiamos en Dios, tenemos la certeza de que Él no reacciona a las circunstancias, sino que tiene el control absoluto de ellas y que todo cuanto sucede está dentro de Su Voluntad. Y si Dios tiene el control, no hay razones para tener dudas, temores o miedos acerca del futuro. Nuestra vida está guardada en Dios, aun en este valle de lágrimas Él cuida de nosotros y nos da lo mejor, aunque no lo entendamos.

Por la fe creemos que ni la muerte puede separarnos del amor de Dios, porque Él nos prometió que después de la muerte, a los que creyésemos en el Nombre de Su Hijo Jesucristo y le aceptásemos como nuestro Salvador personal, nos resucitaría para vida eterna.

Y a más de dos mil años las palabras de Jesús aun resuenan con potencia:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”

Pensamiento: Vencí el pasado, el presente a cada instante es pasado y el futuro lo tengo garantizado. Soy más que vencedora en Cristo Jesús. Amén.

jueves, 6 de octubre de 2011

Amor perfecto


Fuerte es el amor del esposo, pero celoso;
el amor filial, un afecto obligado,
el del hijo, por la rebeldía manchado,
el del amigo, entre veces nebuloso.

Sólo el amor del padre es perfecto,
puro, insustituible y desinteresado,
el hijo es su tesoro más preciado,
más allá de sus virtudes y defectos.

El hijo es obra suya, carne de su carne,
le ha visto crecer entre lágrimas y risas,
si pudiese, por él daría la vida.

El padre terrenal es fiel reflejo
de un amor que excede todo conocimiento,
el amor sobrenatural del Padre Eterno.

lunes, 3 de octubre de 2011

Una gota de rocío


Por mucho tiempo estuve en la orilla
viendo pasar los barcos de acero,
con temor de bogar mar adentro,
hilvanando sueños en el yermo.

En la arena escribiendo historias,
con los pies en el filo del miedo
y mis alas plegadas al pecho.

Escuché de repente, un silbido
como estruendo de gran torbellino,
dirigí mi mirada al cielo...
era el mar una gota de rocío.